No hay nada como subir en buena compañía a la sierra de Madrid una tarde de domingo, cuando toda la gente se ha ido. Parajes escondidos, pueblos vacíos, eso fue lo que nos encontramos realizando esta sesión pre-boda y motivo por el cual el tiempo nos pasó volando.
Ya falta poco, muy poco, apenas un par de días para la boda, por eso quiero desde aquí desearos lo mejor y agradeceros la confianza que habéis depositado en mi.
Espero que os guste.